Quedan menos de dos semanas para
que comience el Mundial, una temporada que todos los aficionados podrán
disfrutar en directo, eso sí si pagan. Soy tan consciente de la situación en la
que se encuentra España como de que el deporte siempre es la menor de las
preocupaciones, pero a cada uno le duele lo suyo y a mí por muchos motivos me
duele el motociclismo.
A estas alturas quejarse no sirve
de nada, si es que tenía algún sentido más allá de hacer público el descontento
ante la nueva situación de las retransmisiones – no podemos dejar de ser
realistas y se trata del mundial de motociclismo no de la privatización de la
sanidad -, pero quizás lo que más me molesta es el trato que se le lleva dando
en los últimos años a los aficionados de este deporte. Es un deporte
relativamente minoritario para los medios pero que lleva muchos años dando
grandes alegrías a la afición española no solo por los títulos sino porque
siempre ha contado con pilotos punteros en las categorías. Ya está todo firmado
y hasta que empiece el campeonato solo queda hacerse con la oferta de Movistar
o ver las carreras que no se ofrezcan en directo en diferido.
Desde que salió la noticia nos
quieren vender que hemos sido afortunados por haber disfrutado de las carreras
de forma gratuita hasta el momento ya que en otros países como Inglaterra o
Italia siempre han tenido que pagar; o que no hubo una queja tan generalizada
cuando parte del fútbol o el tenis pasaron a ser de pago. Cada vez que leo algo
de eso me acuerdo de mi madre –y de todas las madres del mundo- diciendo eso
de: “a mí los demás no me importan, a mí me importas tu”, y es que es así, a mí
me da igual como vean los ingleses o italianos la televisión, a mí me importa
que aquí en los últimos tres años hemos empezado el campeonato con más noticias
sobre la retransmisión que sobre pilotos, equipos o circuitos.
Ya fue un palo el paso de TVE a
Telecinco y no lo digo por la publicidad, las cadenas no viven del aire y era
algo necesario –no es un secreto todo lo que sufre la cadena pública sin los
ingresos de la publicidad-, sino por todo lo que ese cambio conllevó; las
retransmisiones, el conductor y los comentaristas y las previas de cada Gran
Premio. Siempre he pensado que Telecinco no era cadena para el motociclismo ni
para ningún otro deporte y el primer año del grupo Mediaset en el Mundial lo
confirmó. Los contenidos del Mundial parecían estar metidos con calzador en una
parrilla muy definida. Durante las retransmisiones había demasiados fallos que
se repetían constantemente de gente se supone era experta en el tema y a su vez
había demasiada gente que no sabía nada del tema, eso sumado al número de veces
que repetían que era la primera vez que se veía algo (la casa de algún piloto,
los hospitalities…) o las horas que llevaban retransmitiendo en directo. Al
final del Gran Premio parecía que había que darles las gracias por haber
ofrecido las tres carreras íntegras.
Luego llegó Nico Abad, no quiero
criticarle ni que se me mal interprete me parece un gran profesional y bueno,
pero no en motociclismo; no por ser periodista deportivo se sabe de todo o se
puede comentar todo, al igual que hay profesionales de radio, de prensa o de
televisión. Independientemente de que el deporte es la menor de las
preocupaciones que tiene ahora el país (según se mire que este año hay Mundial
de fútbol), como es lógico las empresas buscan el mayor beneficio y eso es lo
que han hecho Dorna y Movistar, y aún que la televisión de pago cuenta con un
gran equipo para retransmitir el Mundial que ya empieza muchos aficionados se
quedaran sin poder ver las carreras en directo, porque una vez más salta a
escena la crisis y el hecho de que la televisión de pago no es un bien de
primera necesidad. Independientemente de la cadena que lo retransmita, de quien
conduzca la retransmisión, de quien la comente, de los videos previos o de la
publicidad ver las carreras en directo me parece algo esencial y más teniendo
en cuenta que siempre ha sido así.
A mí personalmente me gusta
conocer el final de las cosas incluso antes de que empiecen pero no cuando hay
Gran Premio, en ese caso me gusta vivir la lucha de dos pilotos sin saber su
final en directo, emocionarme por una victoria a la vez que el piloto cruza la
línea de meta y sufrir las caídas con ellos y el público que está allí en las
gradas. Si no se puede disfrutar de algo en directo y no queda otra opción de
hacerlo en diferido se hace, pero ya sea de una forma u otra no a dos meses de
empezar el campeonato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario