Se encendieron
las luces en el circuito de Losail y comenzó el Gran Premio de Qatar. El
invierno finalizaba para dar paso a una nueva temporada del Mundial que se
presagiaba de todo menos aburrida. Nuevos equipos, nuevas motos, debutantes,
sorpresas durante los test de pretemporada, la llegada de las Open y el Campeón
del Mundo que llegaba al circuito en muletas.
La temporada
pasada y en concreto un piloto, Marc Márquez, han hecho que este año los meses
de parón se hicieran aún más largos de lo habitual. A eso hay que sumarle los
tiempos malos de Lorenzo en los test de invierno, la magnífica pretemporada que
ha hecho Aleix Espargaró y la lesión del piloto de Cervera a un suspiro del
inicio del campeonato.
El de Qatar es
un Gran Premio atípico; no hay gradas ya que el público se limita a los jeques
y sus invitados que recorren el paddock haciéndose fotos con los pilotos, se
corre de noche para darle más espectáculo y cada año los periodistas dicen las
mismas frases el jueves cuando empieza el Gran Premio y el domingo cuando
termina. “No debemos hablar, hasta el domingo son todo especulaciones” se
escucha en el primer día de retransmisión y se termina cuatro días después con
algo parecido a: “bueno, ya podemos decir que – el piloto de turno – va a dar
mucha guerra este año”. Siempre es lo mismo pero para que engañarnos, es lo que
nos gusta. Hacer predicciones y al final del año sean acertadas o no decir que llevábamos
razón.
Todos teníamos
nuestros favoritos para el título pero antes de que empezaran a rodar las motos
las apuestas parecían claras, Álex Rins en Moto3, Tito Rabat en Moto2 y Marc
Márquez en GP. El primero había estado peleando por el título de 2013 hasta
Valencia junto a Viñales y Salom y ahora de los tres solo quedaba él en la
categoría. El segundo había dado un salto enorme la temporada anterior y ya
había dejado claro que podía luchar por el título. Y el tercero, bueno, es Marc
Márquez que por mucho que imagines lo máximo para él, llegará y lo superara.
Por fin llegó el
jueves, foto de familia y a rodar. Todo lo que vino después es un ejemplo de lo
que nos espera el resto de la temporada. La presión que siente Lorenzo ante Márquez,
lo bien que se lo pasan Rossi y Márquez peleando, lo fuerte que están las Open,
que Rabat continua en el camino correcto, que Jack Miller va a dar mucho que
hablar este año y sobre todo lo divertidas que van a ser las carreras no solo
de Moto2 y moto3 sino de MotoGP también.
Por delante 17
Grandes Premios y muchas horas de carreras. Tras el Gran Premio de Valencia
veremos si los pronósticos de antes de Qatar eran o no acertados.
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