domingo, 5 de septiembre de 2010

Con el 48 en el corazón

Nadie recordará el Gran Premio de San Marino por ser el mejor día de la historia del motociclismo español, se han sumado tres victorias y siete podios, triplete en 125 y primero y segundo en Moto2 y GP, sino que se recordará por un triste accidente que ha acabado con la vida del joven piloto japonés Tomizawa.

Shoya Tomizawa escribió por primera vez su nombre en la historia del motociclismo el 11 de abril, al ser el primer ganador de una carrera de Moto2. Con apenas 19 años, tras la victoria en Qatar y el segundo puesto en Jerez, el piloto japonés se ponía líder de un Mundial que sería bastante bueno para él. Aunque es cierto que a lo largo de las carreras había sumado bastante caídas y cuatro ceros, Tomizawa fue poco a poco enseñando todo su potencial en la nueva categoría y se fue abriendo paso en una categoría muy complicada, a San Marino llegaba sexto del mundial con 82 puntos.

Durante la carrera, cuando Tomizawa luchaba por mantenerse en el grupo de cabeza ha perdido el control de la parte delantera de su moto y se ha ido al suelo en la zona más rápida del trazado, una recta en la que se superan los 230 km/h. Todo se hubiera quedado en una caída más de Moto2, sino fuera porque los dos pilotos que le seguían, sin tiempo para la reacción, le han pasado por encima. Primero Alex de Angelis y después Scott Reding, que le ha pasado literalmente por encima con la moto en marcha chafándole el tronco por completo. Shoya ha entrado en coma sobre la misma pista, de la que ha sido trasladado a un hospital en Riccione y donde no se ha podido hacer nada nada por su vida, falleciendo a causa de los múltiples traumatismos en la cabeza y el cuerpo.

En la retransmisión de televisión, los comentaristas no sabían que decir, ni Ángel Nieto encontraba las palabras. Como ellos todo el paddock se quedaba en shock al ver el accidente que pocas esperanzas dejaba, y aún peor eran sus caras al recibir la fatal noticia.

La muerte del joven piloto japonés nos traslada inevitablemente Siete años atrás en el tiempo, cuando otro piloto japonés se dejaba la vida haciendo lo que más le gustaba. Daijiro Kato moría en el hospital varios días después de sufrir un accidente en la primera prueba del Mundial que se disputaba en Suzuka. El 6 de abril de 2003 se convertía en un día negro para el motociclismo, día al que ahora se suma el 5 de septiembre de 2010. Cosas de la vida, Tomizawa homenajeaba en cada Gran Premio a su compatriota luciendo el 74 en su mono.

En Misano no ha habido celebraciones con cava y sí banderas a media asta. Desde hoy y para siempre quedará en la mente de todos grabado el número 48 y el recuerdo de un joven piloto sonriente, alegre, risueño, simpático y que se ha ido demasiado pronto sin mostrar todo su potencial.

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