domingo, 7 de noviembre de 2010

Abajo el telón

Este año el motociclismo ha querido sumarse a la fiesta que el deporte español empezó hace un par de años, y es que en 2010 este deporte ha brillado como nunca antes lo había hecho.  Tres campeones del mundo, tres subcampeones, un tercer puesto en el mundial, un rookie, un mundial de marcas, 82 podios y 35 victorias forman el balance de un año casi perfecto.
Nadie hubiera imaginado un guión mejor para este Mundial ya concluido, y en el que los españoles han sido los protagonistas. Tres han sido los actores principales, Jorge Lorenzo en GP, Toni Elías en Moto2 y Marc Márquez en 125cc. Junto a ellos varios secundarios de primer nivel. Dani Pedrosa, Julián Simón, Nico Terol y Pol Espargaró han demostrado que ellos también se merecen el papel protagonista.
Sólo un piloto puede escribir su nombre en la “torre de los campeones”, y este año le ha tocado a Jorge Lorenzo. Lo ha hecho porque ha demostrado ser el mejor, el más regular y al que le ha sonreído la suerte. Los 383 puntos conseguidos, los 16 podios y dos cuartos puestos, las 7 poles o las 9 victorias son sólo los datos que certifican que Lorenzo ha madurado y ya no es aquel jovencísimo piloto que aterrizaba en GP y enlazaba una caída tras otra.
El piloto mallorquín de 23 años llegó a la categoría reina en 2008 con las mejores condiciones. El mejor equipo, la mejor moto y el que es, posiblemente, el mejor piloto de la historia como compañero. En su primer año descubrió que su compañero, ese que tanto le podía haber enseñado, iba a ser su gran rival y en cierto modo su gran enemigo, también pecó de novato y cometió muchos errores que le hicieron acabar cuarto del mundial, eso sí como rookie del año.
En 2009 rozó el título quedando subcampeón finalmente, pero como él bien sabe de los segundos no se acuerda nadie y por eso ha hecho de 2010 su año. Tras un año casi perfecto la corona de GP era para Lorenzo, para el trabajo duro, para un equipo luchador, para la madurez y para la constancia.
El 10.10.10 Jorge Lorenzo se proclamaba Campeón del Mundo de MotoGP y escribía su nombre junto al de Álex Crivillé en la historia de la categoría reina del Mundial de Motociclismo.

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