Comienza la gira asiática, lo que significa: final de temporada, triplete de carreras y tres domingos seguidos madrugando (o no durmiendo, según se mire). Con solo cuatro carreras para echar el cierre al Mundial, parece que es un buen momento para hacer balance.
Hace ya varios
años que los pilotos españoles destacan en el campeonato – en 2010 los tres
campeones fueron españoles -, pero quizás haya sido este año cuando más han
dominado. Salom, Viñales, Rins e incluso Álex Márquez son los reyes de Moto3;
Pol Espargaró y Rabat siguen luchando por el título en Moto2; y Márquez,
Lorenzo, Pedrosa y Aleix Espargaró – en CRT – dominan GP.
Pero nada de
esto es fruto de la casualidad sino del esfuerzo y trabajo duro. También es
verdad que el talento es fundamental aunque no lo único que te corona como
campeón del mundo. Pilotos como Valentino Rossi o Marc Márquez, de esos que
tardan una vuelta en dominar el circuito de turno, hay muy pocos y aparecen con
cuenta gotas, el resto trabajan desde muy pequeños y en España suelen empezar
en el CEV.
El Campeonato de
España de Velocidad se ha convertido en la mejor cuna del motociclismo. La
calidad de los circuitos, más allá de los cuatro que forman parte del Mundial, las
categorías, la organización de las carreras y del campeonato en si mismo
prepara a los pilotos para dar el salto al Mundial, para aprender a moverse en
un mundo de adultos al que llegan siendo unos niños. El mejor ejemplo de que
las cosas se están haciendo bien son los resultados en el Mundial, el número de
podios que se han conseguido esta temporada y la cantidad de veces que ha
sonado el himno español en los circuitos de todo el mundo.
El motociclismo
español está de moda y como todas las modas terminará pasando, ya ocurrió los
mismo con los ingleses, americanos o italianos, pero mientras dure disfrutemos
del trabajo bien hecho y del talento de los pilotos españoles y es que, en
ocasiones parece que se está disputando una prueba del CEV más que del Mundial.
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