Para que un
deporte pase de ser desconocido a algo de referencia en un país solo se
necesita una persona, y en el caso del motociclismo en Australia esa persona es
Wayne Gardner. Fue el piloto de Wollongong quien hizo que el país se fijara en
el mundo de las dos ruedas tras convertirse en el primer australiano en ganar
el título de 500cc en el Mundial de Motociclismo y se convirtió así en un
deportista de referencia en su país. En 1988, la marca de cerveza Swan
Breweries sacaba en sus anuncios de televisión a deportistas australianos bajo
el eslogan “Decían que nunca lo conseguirías” y por primera vez aparecía Wayne
Gardner.
Criado en dirk
track, en Yamahas de 250/350 y en Superbikes comenzó a competir a los 18 años
en el Campeonato de Australia, terminando segundo en su debut y consiguiendo su
primera victoria unas semanas después. Por aquel entonces le llamaban el Genio de Wollongong En 1981 dejó
Australia sin haber ganado ningún título nacional, pero su éxito sobre una
Honda en Gran Bretaña le valió para ganarse un hueco en el Mundial de 500cc con
una RS500R en 1983.
Debutó en el
circuito de Assen con el equipo británico de Honda, aunque no logró puntuar ese
año. En el 84 pese a correr solamente 5 de las 12 carreras del Campeonato
terminó séptimo en la general con 33 puntos y consiguió su primer podio en
Anderstorp, Suecia.
Su primera
victoria llegó en el circuito del Jarama en 1986, el primer año que corría
completo como piloto de Honda, y con dos victorias más terminó segundo el
Mundial por detrás de Eddie Lawson. El año siguiente Honda mejoró la moto y
Gardner consiguió el título con siete victorias, la última en Brasil, el penúltimo
Gran Premio de la temporada. Ese año, a su lado, tenía como ingeniero a su
compatriota – que en aquella época ya había ganado con Freddie Spencer y que
ahora no necesita presentaciones – Jeremy Burgess.
El título de
Gardner en 1987 no solo hizo que aumentara la popularidad del Mundial de
Motociclismo en Australia, sino que se incrementó la cobertura del mismo por
parte de la prensa escrita y la televisión. Este aumento de popularidad llevó a
que en 1989 se disputara por primera vez un Gran Premio en Philip Island.
Esa primera
carrera en el circuito australiano la ganó el Genio de Wollongong y le dio a la
afición australiana algo por lo que animar. Desafortunadamente su temporada se
vino al traste al romperse la pierna en una caída en Laguna Seca.
Desde 1985
Gardner corría con el equipo de fábrica Rothams Honda, al que en 1989 se unió
el también australiano Mick Doohan, e irónicamente Eddie Lawson máximo rival de
Gardner, que conseguiría ese año su tercer título Mundial.
1990 fue una
temporada bastante frustrante para Gardner que pese a ganar en Jerez, una
lesión le hizo perderse varios Grandes Premios, pero consiguió terminar la
temporada en alto al lograr su segunda victoria consecutiva en el circuito de
casa, quedando pese a correr con
la muñeca rota, por delante de Doohan y el Campeón del momento Wayne Rainey.
En 1992 tras
unas temporadas no muy brillantes se retiró de la alta competición, aunque
permaneció ligado al mundo de las dos ruedas ayudando a pilotos como Daryl
Beattie en sus inicios y rodando en eventos especiales.
Durante sus años
sobre una 500cc también compitió en las 8 horas de Suzuka ganando las ediciones
de 1985, 1986, 1991 y 1992.
Tras retirarse
de las 2 ruedas, Gardner centró su atención en las cuatro ruedas, comenzando a
competir sobre un coche de carreras el mismo año de su retirada del
motociclismo. El cambio a coches le supuso a Gardner unos años de buenos
resultados tanto en Australia como en Japón.
En Australia, en
1993 Gardner comenzó a competir en el Campeonato Australiano de Turismos con el
equipo Holden Racing. Los muchos accidentes que tuvo mientras pilotaba para ese
equipo le valieron el mote de Capitán
Caos. Un año después creó su propio equipo, Wayne Gardner Racing – con Coca
Cola como patrocinador y Neil Cromptomo como compañero. El equipo cerró en
1999, pero Gardner continuó corriendo en V8 Supercars hasta el 2002.
Durante estos
años, consiguió en 1997 una sorprendente victoria en la carrera inaugural del
Campeonato de V8 Supercars, ya que el mismo había anunciado que la falta de
fondos no le permitiría correr tofo el campeonato y a su vez no partía como
favorito para el mismo.
Como ya había
hecho cuando competía sobre una moto, Gardner volvió a dejar su Australia natal
para correr el Campeonato de Gran Turismo All Japan, con un Toyota Supra. En 2001,
un año antes de su retirada consiguió la distinción de ser el único piloto de
Toyota en terminar cada carrera de la temporada, y de hacerlo en la zona de
puntos a su vez. Llegó un momento que tuvo tantas victorias en Japón que se
ganó el apodo de Mr. 100%.
Tras su título
en 1987 fue nombrado Miembro de la Orden de Australia en la lista de Honores de
1988 y la Federación Internacional de Motociclismo le nombró Leyenda de MotoGP.
Más allá del
mundo de la velocidad Wayne Gardner donó sus huellas a la Fundación Davson
Artist for Life para ayudar a las especies en peligro de extinción y la paz
mundial.
En la actualidad
se dedica a llevar las carreras de sus hijos Remy de quince años, que ya ha participado
en el CEV, y Luca de 13 años.
En los 80 y 90
aparecieron una serie de pilotos que forman parte de esa generación que
empezaron a levantar pasiones entre los aficionados con sus duelos. Gardner, es
uno de los Mamola, Lawson, Rainey, Doohan o Schwantz que en aquella época
enamoraron al público y es una historia que todavía dura.
Wayne Gardner
fue piloto de un solo título, como muchos otros, pero su título y su andadura
por el Mundial sirvió para que Australia conociera el motociclismo y para que el
Mundial llegara a Australia.
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