1. El domingo es el
mejor día de la semana
Para muchas personas el domingo es el peor día de la semana, y razón no les falta para pensar así, pero una vez te has enganchado al Mundial estas deseando que llegue para ver las carreras.
La función de los domingos es no hacer nada, no nos engañemos están diseñados para pasarlos vagueando en el sofá. Todo eso que durante la semana has ido dejando para el domingo no lo vas a hacer, y si estas viendo las carreras, al menos tienes una excusa para estar tirado en el sofá sin despegarte de la televisión.
Tampoco es un problema la hora, nadie quiere madrugar un domingo pero teniendo en cuenta que la primera carrera es a las 11:00 y si es de madrugada las retransmisiones nunca son antes de las 12, el horario tampoco sirve de excusa. Pero si lo que te preocupa es el aperitivo en la terraza al sol, con las motos de fondo la cerveza y el pincho de tortilla saben mucho mejor.
2. Es el momento de
seguir el Mundial
Si no sigues
ahora el Mundial, cuándo lo vas a hacer. Ahora es el momento de engancharse, de
conocer a los pilotos, de saber de qué va la historia. Es el momento de los pilotos españoles.
En el mundo del deporte hay dos factores que hacen que el amor por la patria se apodere de nosotros: uno son los Juego Olímpicos, esos días que cada cuatro años da igual el deporte si compite un español habrá un hombre vestido de sevillana entre el público y medio país viviendo la competición de turno como si no hubiera un mañana, y ya no hablemos si lucha por las medallas; y el otro es que gane un español, que tú eres de esos que recurre al ciclismo para coger el sueño en las calurosas tardes de agosto, pues renuncias a la siesta si eso te impide ver a Contador subir el puerto de turno.
Somos así, nos crecemos cuando ganan los nuestros y si ya dominan un deporte nos inventamos cosas como: "Soy español, ¿a qué quieres que te gane?", por eso este es el momento de engancharse al Mundial, corren muchos españoles, dominan los españoles, temen a los españoles, ganan los españoles y están hartos de oír el himno español por todos los circuitos.
Los ingleses ya tuvieron su época, y los italianos, hasta los americanos, ahora le toca a los españoles y ¿de verdad te lo vas a perder?
El primer café del lunes esta monopolizado por el fútbol, quizás por el baloncesto y si ha habido torneo ese fin de semana puede que por el tenis, pero no hay mucha gente que hable de motociclismo.
Ahora que todo el mundo sabe de todo encontrarse a un experto en fútbol que teorice sobre Cristiano Ronaldo, el Barcelona tras Guardiola o supiera desde hace años que la solución del Atlético de Madrid era Simeone; o uno de baloncesto que hable de la defensa en zona, del 'chachismo' como si se tratase de una religión y cante los triples como si estuviera retransmitiendo el partido; o esos que dominan el tenis hasta el punto de saber que está pensando Federer antes de cada golpe. Pero cuánta gente hay en tu grupo de amigos o en la oficina que controle el motociclismo. Mientras otros hablan del gol de Messi tú quedas de maravilla comparando el paso por curva de Márquez con el de Lorenzo, y lo mejor es que no podrán rebatirte porque seguramente no sepan que decir.
En el mundo del deporte hay dos factores que hacen que el amor por la patria se apodere de nosotros: uno son los Juego Olímpicos, esos días que cada cuatro años da igual el deporte si compite un español habrá un hombre vestido de sevillana entre el público y medio país viviendo la competición de turno como si no hubiera un mañana, y ya no hablemos si lucha por las medallas; y el otro es que gane un español, que tú eres de esos que recurre al ciclismo para coger el sueño en las calurosas tardes de agosto, pues renuncias a la siesta si eso te impide ver a Contador subir el puerto de turno.
Somos así, nos crecemos cuando ganan los nuestros y si ya dominan un deporte nos inventamos cosas como: "Soy español, ¿a qué quieres que te gane?", por eso este es el momento de engancharse al Mundial, corren muchos españoles, dominan los españoles, temen a los españoles, ganan los españoles y están hartos de oír el himno español por todos los circuitos.
Los ingleses ya tuvieron su época, y los italianos, hasta los americanos, ahora le toca a los españoles y ¿de verdad te lo vas a perder?
3. Te da categoría
El primer café del lunes esta monopolizado por el fútbol, quizás por el baloncesto y si ha habido torneo ese fin de semana puede que por el tenis, pero no hay mucha gente que hable de motociclismo.
Ahora que todo el mundo sabe de todo encontrarse a un experto en fútbol que teorice sobre Cristiano Ronaldo, el Barcelona tras Guardiola o supiera desde hace años que la solución del Atlético de Madrid era Simeone; o uno de baloncesto que hable de la defensa en zona, del 'chachismo' como si se tratase de una religión y cante los triples como si estuviera retransmitiendo el partido; o esos que dominan el tenis hasta el punto de saber que está pensando Federer antes de cada golpe. Pero cuánta gente hay en tu grupo de amigos o en la oficina que controle el motociclismo. Mientras otros hablan del gol de Messi tú quedas de maravilla comparando el paso por curva de Márquez con el de Lorenzo, y lo mejor es que no podrán rebatirte porque seguramente no sepan que decir.
4. Tiene la mejor
afición
Suena a tópico pero es verdad. Dónde se ha visto que alguien pueda llevar una camiseta de
Rossi, una sudadera de Pedrosa y una gorra de Márquez, tener un poster de Lorenzo además de una pegatina
con el 58 de Simoncelli en el casco. Solo el motociclismo admite la admiración
de uno, dos, tres o veinte pilotos.
Se puede ser de un piloto, de una marca y si se unen ambos la emoción ya es extrema pero en caso de que esta relación se rompa no se tacha de traidor al piloto. Los pilotos cambian mucho de equipo, es algo normal y no pasa nada. Si Pedrosa deja Honda algún día todo seguirá igual, es decir Rossi dejó Yamaha para irse a Ducati, peor resultado no pudo tener y sigue siendo uno de los grandes de este deporte.
Los aficionados no son solo los mejores sino que pueden con todo. Son capaces de recorrerse kilómetros y kilómetros en moto para llegar a un circuito, aguantar colas enormes para entrar en este, acampar durante tres días y estar horas en las gradas sin importar el calor, la lluvia o el frío y si hay alguien que sabe de frío son ellos que la concentración más importante que tienen es Pingüinos cada año en Valladolid, en ENERO.
Lo describe muy bien Damiá Aguilar en su libro "Actitud Marc Márquez", en concreto en la primera parte cuando trata la historia de José y de como ver a Márquez le devolvió la ilusión en una situación
nada favorable.
Es lo que tiene el deporte, es lo más importante de lo menos importante, tiene la capacidad de devolver la ilusión en épocas negras. Por ese patriotismo que nos sale a todos al ver ganar a uno de los nuestros volvemos a ilusionarnos, a ver luz al final del túnel y aunque ganar un Mundial no
soluciona los problemas si cambia tu actitud porque si España logró superar su gafe de cuartos y
ganar un Mundial y dos Eurocopas y un chaval de 20 años llevarse un Mundial de la categoría reina en su primer año en la categoría los demás también podemos con lo que parece imposible.
Se puede ser de un piloto, de una marca y si se unen ambos la emoción ya es extrema pero en caso de que esta relación se rompa no se tacha de traidor al piloto. Los pilotos cambian mucho de equipo, es algo normal y no pasa nada. Si Pedrosa deja Honda algún día todo seguirá igual, es decir Rossi dejó Yamaha para irse a Ducati, peor resultado no pudo tener y sigue siendo uno de los grandes de este deporte.
Los aficionados no son solo los mejores sino que pueden con todo. Son capaces de recorrerse kilómetros y kilómetros en moto para llegar a un circuito, aguantar colas enormes para entrar en este, acampar durante tres días y estar horas en las gradas sin importar el calor, la lluvia o el frío y si hay alguien que sabe de frío son ellos que la concentración más importante que tienen es Pingüinos cada año en Valladolid, en ENERO.
5. Transmite ilusión
Lo describe muy bien Damiá Aguilar en su libro "Actitud Marc Márquez", en concreto en la primera parte cuando trata la historia de José y de como ver a Márquez le devolvió la ilusión en una situación
nada favorable.
Es lo que tiene el deporte, es lo más importante de lo menos importante, tiene la capacidad de devolver la ilusión en épocas negras. Por ese patriotismo que nos sale a todos al ver ganar a uno de los nuestros volvemos a ilusionarnos, a ver luz al final del túnel y aunque ganar un Mundial no
soluciona los problemas si cambia tu actitud porque si España logró superar su gafe de cuartos y
ganar un Mundial y dos Eurocopas y un chaval de 20 años llevarse un Mundial de la categoría reina en su primer año en la categoría los demás también podemos con lo que parece imposible.
6. Las leyendas
nunca mueren
Solo hay una cosa mejor que ver a los pilotos actuales en acción y es recordar a los grandes en aquellos tiempos en los que los circuitos eran urbanos, los muros de protección eran pacas de heno y las motos parecían se iban a romper en cada curva.
En cada Gran Premio los circuitos se llenan de todos esos pilotos retirados que todo el mundo conoce y a los que los aficionados siguen parando para hacerse una foto con las manos temblorosas y la voz titubeante por la emoción.
Hay números como el 7, el 34, el 58 o el 65 que siempre serán eternos.
7. MotoGP
Hubo un tiempo en el que las carreras de la categoría reina eran un autentico aburrimiento, pero ahora han vuelto a ser emocionantes e impredecibles. Están los Cuatro Fantásticos - Rossi, Lorenzo, Pedrosa y Márquez ahora, Stoner hasta su retirada - pero además el resto son capaces de estar a la altura.
Al principio las CRT no encajaron en el Mundial como se esperaba pero este año con el cambio a motos de Fábrica y Open el espectáculo alcanza a muchos más pilotos que los Cuatro Fantásticos.
8. Moto2
Desde el primer momento Moto2 fue un puro espectáculo, a medida que va pasando el tiempo la categoría se va asentando, hay menos caídas peligrosas en la primera curva y van siendo más divertidas.
Lo que en un Gran Premio funciona al siguiente puede fallar y saber lo que puede pasar es casi imposible. Las luchas entre pilotos, los adelantamientos, la diferencia escasa de décimas entre pilotos y la falta de miedo de estos son algunos de los factores que hacen esta categoría impredecible, divertida y mágica.
9. Moto3
Si Moto2 tiene magia Moto3 no se queda atrás. La decisión de sustituir la categoría de 125cc por Moto3 tuvo en un principio más enemigos que fans pero ahora pocos lamentan el cambio y es que aunque las 125cc eran muy divertidas las nuevas 250cc han sabido estar a la altura.
10. Marc Márquez
Poco hay que decir de él. Es motivo por si mismo. Quizás sea un poco tarde para seguir a Valentino Rossi - en realidad nunca es tarde para seguir a uno de los grandes - pero seguro que es el momento idóneo para volverse fan del Trot de Cervera.
Con tan solo 20 años ya ha hecho historia pero ni de cerca ha alcanzado su límite y aunque te tachen de oportunista es mucho mejor que perderte a otra de las leyendas del motociclismo; porque si, va a ser leyenda y de las grandes.
¡Muy buen artículo! Y muy cierto el final... ;)
ResponderEliminarDejo el enlace a un sorteo que puede ser de interés para ti y para tus lectores. ¡Un saludo!
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