Qué alegría ver en las múltiples redes sociales que los pilotos ya están viajando a Indianapolis. Qué alegría y qué emoción porque mira que se hacen largas las semanas sin carreras. Vale, si, las vacaciones son necesarias todos necesitamos descansar, desconectar, pilotos, equipos y demás miembros del Mundial incluidos, y seguramente si no hubiera parón de verano lo pediríamos a gritos, pero también es verdad que las semanas sin motos son eternas por mucho que estés en la playa.
Aunque con el ritmo que lleva este año el Mundial no creo que hubiéramos llegado a octubre sin parón en verano, todavía tengo mis dudas de que no nos quedemos por el camino con un infarto, su vuelta es una buenísima noticia. Recuperar las horas pegadas a la televisión, la sintonia de MotoGP, la tensión de las carreras, en realidad todo lo que rodea a un Gran Premio porque los domingos sin motos son domingos cualquieras, un día más sin emoción y no el mejor día de la semana.
Lo que hemos vivido en esta primera mitad no es nada comparado con lo que nos queda; ahora no solo vienen los madrugones -que dura es la gira asiática- sino toda la emoción de final de temporada, el segundo y épico título de Márquez -menudo giro inesperado tiene que dar el Mundial para que no lo consiga-, quizás la vuelta de Lorenzo -mejor olvidar esta primera parte del año-, Aleix Espargaró y su CRT, o Dovicioso con la Ducati y los últimos pasos de Colin Edwards en el Campeonato.
El pedazo Mundial que se esta marcando Márquez esta eclipsando a los demás pilotos y hechos como el de Edwards. El americano se retira, cierto que ya tiene edad y sinceramente después de todos estos años subido a una moto saber que tu futuro esta en una CRT que ni te va a llevar a las primeras posiciones ni vas a poder llevarla tu, la mejor opción es retirarse, centrarse en su booth camp y disfrutar de su familia.
En el deporte tan importante es llegar y saber mantenerse como saber cuando es el momento de marcharse. Edwards nos ha dado grandes momentos en el Mundial, ha sido el mejor escudero con el que se ha encontrado Rossi y eso dentro de la pista, porque fuera era el rey de las ruedas de prensa y entrevistas. Cada frase suya es un titular y no tiene miedo de decir lo que piensa, de hablar como le sale. Como le ocurre a Crutchlow, ambos están viviendo un momento gris en su carrera pero ninguno de los dos pierde el sentido del humor e incluso la ilusión que parece ser cosa más de jóvenes.
Siga ganando Márquez o quede segundo en alguna de las carreras que quedan lo importante es que vuelven las motos, los cronos, los entrenos, las discusiones sobre neumáticos, el nudo en el estomago cuando van al límite y la emoción en general.
No hay comentarios:
Publicar un comentario