martes, 23 de septiembre de 2014

El sueño australiano de Miller


  1. Ser un prodigio del motociclismo.
  2. Que tu padre o tío tenga un equipo.
  3. Que no sepa lo que hace quien gestiona tu carrera deportiva.
  4. Querer vivir muy rápido. 
Correr en MotoGP es el sueño americano del motociclismo. Cualquier niño que sueña con ser piloto sueña con ganar al menos un Mundial de la máxima categoría - 500cc en su día, MotoGP ahora – pero para alcanzar dicho sueño hay que ir paso a paso.

A lo largo de la historia se han pasado por distintas categorías hasta llegar a las 3 que hoy en día forman el Campeonato. Se impusieron las motos de 1000cc en la máxima categoría y no se tardó en cambiar la categoría intermedia de 250cc a motos de 600cc y más tarde las de 125cc por las 250cc. Sin entrar en normativa, equipos, o la espectacularidad del campeonato, el cambio de las motos responde a una necesidad de transición de una categoría a otra.

Cada vez más la edad de iniciación en este deporte es menor y por mucho que la edad para correr en el mundial este limitada la lógica nos dice que los saltos que den una vez estén dentro tienen que ser pequeños. La época en la que un piloto se iniciaba en el mundial en una de las categorías grandes ya se ha pasado, además que los pilotos que lo hacían no contaban los días para cumplir 16 y ser legales en el campeonato, eran pilotos más maduros que si no tenían experiencia en el mundial si tenían algo en la vida.

Son tres las categorías del campeonato, pero MotoGP está rodeada de un mundo muy distinto al de Moto3 y Moto2. Son las mismas carreras, los mismos circuitos, pero la imagen, la publicidad, los contratos, deberes y compromisos con marcas son totalmente distintos. Con 16 años están en plena adolescencia y por mucho que quieran jugar en primera es un mundo que les viene muy grande.

Siempre he creído que cada cosa tiene su momento y al igual que no me parece imprescindible ganar un título para subir de categoría, si me lo parece pasar por las dos cilindradas pequeñas o al menos haber demostrado consistencia en una de ellas.

Todo esto viene por Jack Miller y su gran salto a MotoGP la próxima temporada. Gane o no el título este año en 2015 cambiara su actual equipo, el Red Bull KTM Ajo, por el LCR Honda de MotoGP. Lo hará sin pasar por Moto2, no algo obligatorio pero si natural y lo que a mí me parece más importante sin haber demostrado consistencia durante toda una temporada.

Este año parecía que iba a ser su año, empezó muy fuerte con una consistencia rara en él dejándonos a todos sorprendidos, pero poco a poco se ha ido apagando. Su última victoria fue en Alemania y desde entonces ha conseguido dos terceros, un quinto y un sexto que no serían malos resultados si sus rivales no estuvieran ‘enchufados’. A Aragón llega líder con 195 puntos, el contrato de con su nuevo equipo firmado y Alex Márquez tras él en la general con 186 puntos.

Sin conocerle más allá de entrevistas o reportajes en prensa y televisión, tengo la impresión de que Miller quiere vivir muy rápido. Le ofrecieron la opción de correr en MotoGP y no escuchó nada más, se quedó en MotoGP y en su sueño. No pensó en todo lo que ese cambio supone, es mucho más que cambiar de equipo o de moto, es correr con los mayores y en un mundo de mayores. Que vale, los mayores, tienen 22, 25 o 29 años pero la presión que tienen no es la misma que en Moto3 o Moto2, las motos son otro mundo, los errores no se pagan igual y las expectativas no son las mismas que en otras categorías.

No podemos olvidar que Jack Miller tiene 19 años, que sigue siendo un chaval y que hasta ahora había pasado sin pena ni gloria por el campeonato.  Si se hablaba de él era porque es australiano y desde que Stoner se retiró los australianos buscan a otro héroe nacional.

De los cuatro motivos del principio los dos primeros no los cumple. No es un prodigio del motociclismo, no es un Valentino Rossi o un Marc Márquez que incluso ellos pasaron por las tres categorías; ni su padre se ha empeñado en que el niño corra en la máxima categoría dándole una moto sin criterio. Es un piloto más, de tantos que hay en el campeonato, pero siempre queda la opción de que MotoGP sea su categoría y nos deje a todos sin palabras.

En 2015 veremos. 

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