miércoles, 12 de noviembre de 2014

La tranquilidad de un título


De sobra son conocidos los Cuatro Fantásticos de MotoGP; ya fueran con Casey Stoner en su día o Marc Márquez ahora, pero lo que nadie vio venir fue la puesta de largo de unos nuevos superhéroes, los Cuatro Fantásticos pero de Moto3. En 2013 Maverick Viñales, Luis Salom, Álex Rins y Álex Márquez fueron los protagonistas de la categoría pequeña y porque se les cruzó en el camino el mayor de los Márquez, que si no lo hubieran sido del campeonato entero.

Los cuatro hicieron que ese año el Campeonato del Mundo pareciera más el Campeonato de España de velocidad; y es que ellos solos se bastaron y se sobraron para dar la vuelta al mundo celebrando victorias por los circuitos. Al final, el título fue para Maverick Viñales, pero sin él y Luis Salom en la categoría toda la responsabilidad recaía en los dos Álex en la nueva temporada.

Entre los dos favoritos se coló Jack Miller. Un Miller que hasta ahora había brillado por su irregularidad y al que nadie hubiera puesto el cartel de favorito para la temporada. El Mundial que parecía cosa de dos se convirtió en un trío en las listas de todos los aficionados pero poco tardo en volver a ser un baile en pareja. Rins se apagó muy pronto y cuando parecía que el australiano tenía el camino despejado para proclamarse Campeón del Mundo apareció el Miller al que estábamos acostumbrados. Conclusión, Álex Márquez se acercaba más a su sueño.

Y así llegó la última prueba del Mundial. Una de esas carreras que pasaran a la historia, donde cada vuelta parecía la última y en la que cada uno supo jugar su papel. Miller fuerte, agresivo, rápido, se puso al grupo a la espalda y tiró de él, corrió sobre la línea de lo legal y ganó la carrera, pero eso no le valió para llevarse el título. No le sirvió porque Márquez también bordó su papel, el del piloto paciente que resiste los ataques de los demás pilotos porque tiene un objetivo mayor que la victoria. El domingo Álex Márquez solo tenía una cosa en la cabeza y era el título de Moto3.

Lo consiguió. Se alzó como Campeón del Mundo de Moto3. De esa categoría llena pilotos que corren sin miedo, que aún están por pulir, que son talento en estado puro y tiene un objetivo: correr en MotoGP.

Álex Márquez es uno de esos valientes que se va puliendo poco a poco, sin prisa, paso a paso, primero en Moto3, desde el año que viene en Moto2 y algún día en MotoGP, cuando toque. Hasta entonces tiene un buen compañero de entrenamientos en casa, alguien bueno en quien fijarse, su hermano Marc.  

Algún día compartirán categoría de momento pueden conformarse con ser los primeros hermanos en conseguir el título de dos categorías en el mismo, aunque queda claro que eso para ellos es poco. 

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