De sobra son conocidos los
Cuatro Fantásticos de MotoGP; ya fueran con Casey Stoner en su día o Marc
Márquez ahora, pero lo que nadie vio venir fue la puesta de largo de unos
nuevos superhéroes, los Cuatro
Fantásticos pero de Moto3. En 2013 Maverick Viñales, Luis Salom, Álex Rins y
Álex Márquez fueron los protagonistas de la categoría pequeña y porque se les
cruzó en el camino el mayor de los Márquez, que si no lo hubieran sido del
campeonato entero.
Los cuatro hicieron que ese año
el Campeonato del Mundo pareciera más el Campeonato de España de velocidad; y
es que ellos solos se bastaron y se sobraron para dar la vuelta al mundo
celebrando victorias por los circuitos. Al final, el título fue para Maverick
Viñales, pero sin él y Luis Salom en la categoría toda la responsabilidad recaía
en los dos Álex en la nueva temporada.
Entre los dos favoritos se coló
Jack Miller. Un Miller que hasta ahora había brillado por su irregularidad y al
que nadie hubiera puesto el cartel de favorito para la temporada. El Mundial
que parecía cosa de dos se convirtió en un trío en las listas de todos los
aficionados pero poco tardo en volver a ser un baile en pareja. Rins se apagó
muy pronto y cuando parecía que el australiano tenía el camino despejado para
proclamarse Campeón del Mundo apareció el Miller al que estábamos acostumbrados.
Conclusión, Álex Márquez se acercaba más a su sueño.
Y así llegó la última prueba del
Mundial. Una de esas carreras que pasaran a la historia, donde cada vuelta
parecía la última y en la que cada uno supo jugar su papel. Miller fuerte,
agresivo, rápido, se puso al grupo a la espalda y tiró de él, corrió sobre la
línea de lo legal y ganó la carrera, pero eso no le valió para llevarse el
título. No le sirvió porque Márquez también bordó su papel, el del piloto
paciente que resiste los ataques de los demás pilotos porque tiene un objetivo
mayor que la victoria. El domingo Álex Márquez solo tenía una cosa en la cabeza
y era el título de Moto3.
Lo consiguió. Se alzó como
Campeón del Mundo de Moto3. De esa categoría llena pilotos que corren sin
miedo, que aún están por pulir, que son talento en estado puro y tiene un
objetivo: correr en MotoGP.
Álex Márquez es uno de esos
valientes que se va puliendo poco a poco, sin prisa, paso a paso, primero en
Moto3, desde el año que viene en Moto2 y algún día en MotoGP, cuando toque. Hasta
entonces tiene un buen compañero de entrenamientos en casa, alguien bueno en
quien fijarse, su hermano Marc.
Algún día compartirán categoría
de momento pueden conformarse con ser los primeros hermanos en conseguir el
título de dos categorías en el mismo, aunque queda claro que eso para ellos es
poco.
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